El uso del cununo
está circunscrito en esencia a los conjuntos de marimba. Se emplea en
el contexto de la ejecución de la tonada y baile del currulao, de
características netamente africanas. Se construye empleando el tronco de
un árbol llamado balso, previamente desocupado hasta dejar sólo el
armazón cónico, que es sellado con madera en la boca de menor diámetro.
La membrana es de cuero de venado, anticipadamente tratada con un
extracto obtenido de las hojas del plátano. El ensamble de los elementos
se efectúa por medio de lazos de fibra vegetal, utilizando cuñas de
mangle para templarlo. La afinación del cununo se efectúa juntando las
cuñas contra el armazón cónico para lograr el efecto de tensión en el
parche del instrumento.
Los hay de dos variedades: cununo macho y cununo hembra,
que se distinguen por su tamaño y por los efectos sonoros que esta
diferencia les imprime. El macho tiene 120 centímetros de alto y la
hembra 60. El sonido del cununo macho es bajo y ronco, mientras el de la
hembra es alto y claro. En general ambas variedades producen notas de
carácter melancólico propias de la música surgida en contextos de
esclavitud.
Los intérpretes de este instrumento lo tocan con las manos, sin utilizar bolillos en los dedos. De la destreza en la ejecución del instrumento depende que se puedan lograr tonalidades que se desplacen entre los registros más agudos y los más graves.
Los intérpretes de este instrumento lo tocan con las manos, sin utilizar bolillos en los dedos. De la destreza en la ejecución del instrumento depende que se puedan lograr tonalidades que se desplacen entre los registros más agudos y los más graves.
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